El nuevo centro de investigación de Tokio apunta a impulsar la 'Cuarta Revolución Industrial' de Japón
El recientemente establecido Centro para la
Cuarta Revolución Industrial en Tokio tiene como objetivo actualizar las viejas
reglamentaciones que impiden el uso efectivo de las tecnologías de vanguardia y
acelerar el cambio social mediante el desarrollo de marcos políticos adecuados
para una sociedad que cambia de manera rápida y constante, y busca centrarse en
tres áreas: Conducción automática, Big Data y medicina de precisión. Su actual director, Chizuru Suga, dice que la
tecnología hoy día avanza a menudo de manera tan rápida que la sociedad no
puede aprovechar al máximo algunas de las grandes innovaciones debido a
regulaciones obsoletas.
Esta instalación se inauguró el pasado lunes y
es la primera institución hermana del Centro para la Cuarta Revolución
Industrial en San Francisco y esta revolución se caracteriza por una fusión de
tecnologías que difuminan los límites entre esferas físicas, digitales y
biológicas. Para esta cuarta revolución se tiene en cuenta los trabajos
realizados por la sede en Estados Unidos y por el anfitrión de las reuniones
anuales en Davos, Suiza, El Foro Económico Mundial donde se busca reunir
líderes de sectores privados como públicos para maximizar el aprovechamiento de
los beneficios otorgados por las tecnologías emergentes como la inteligencia
artificial, Big Data, y el “Internet de las cosas” y el blockchain.
El gobierno considera que la cuarta revolución
industrial, que podría mejorar drásticamente la eficiencia de los negocios y
las organizaciones a través de la tecnología de la información avanzada, es uno
de los elementos clave de su estrategia de crecimiento. Adicionalmente se cree
que esta implementación de nuevas tecnologías mejorará la productividad del
trabajo, ya que, en informes publicados por el Centro de productividad de Japón,
a pesar de su destreza en alta tecnología tiene un rezago en la trasformación
digital a diferencia de EE.UU. y Alemania en áreas como la economía
colaborativa y tecnología financiera.
Fuente: (The Japan Times, 2018)
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