El banco de Japón renovó su
compromiso con las tasas de interés ultra bajas al igual que otras economías
desarrolladas que estaban avanzando hacia aumentos de las tasas adicionales y
el fin de los estímulos. Pero detrás de lo que dicen los titulares sobre esta
promesa del BOJ de seguir imprimiendo dinero por un “periodo prolongado”, el
gobernador Haruhiko Kuroda y sus colegas dejaron pistas a lo que podrían ser
las tasas altas en Japón.
Según los cambios revelados la semana
pasada, el rendimient del bono gubernamental a 10 años de referencia de Japón
se podrá mover un 0,2% por encima o por debajo del objetivo cero, anuncio que
ha generado gran impacto entre los inversores, que, aunque no sea una gran
cifra, generó una actividad de como si esta fuera significativa. El BOJ salto
al mercado luego de que sus rendimientos subieron a un máximo de 18 meses, el
cual fue de 0,145% dentro de los nuevos parámetros.
El vicegobernador Masayoshi Amamiya,
quien ejerce un enorme poder detrás de escena, tenía más que revelar como los
desacuerdos entre los miembros de la junta en sus puntos de vista sobre subir o
bajar las tasas. La minuta de la junta revela que se buscó establecer una banda
del 0,25% a ambos lados del cero, mientras que un miembro de la junta dijo que
la orientación debe estimular las expectativas de inflación para que la
flexibilización monetaria no se prolongue.
El BOJ tiene como objetivo comprar 80
billones de yenes al año, sin embargo, en la práctica el banco está comprando a
la mitad del ritmo esperado, de ahí a que se hable de un “estrechamiento
sigiloso”. No cabe duda de que el banco busca de manera activa el mantener la
política más flexible que en cualquier miembro del G – 7.
(Fuente: Bloomberg,
2018)
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