El Gobierno de Japón regala casas vacías ante el grave problema demográfico
El problema
demográfico de Japón también afecta a su mercado inmobiliario: tiene más
casas que personas para residir en ellas. Ante este coyuntura, el Gobierno
nipón ha decidido optar por vender las viviendas vacías, que se sitúan en su
mayoría en las zonas rurales, tal y como informa la CNN en un reportaje. El problema
demográfico de Japón también afecta a su mercado inmobiliario: tiene más
casas que personas para residir en ellas. Ante este coyuntura, el Gobierno
nipón ha decidido optar por vender las viviendas vacías, que se sitúan en su
mayoría en las zonas rurales, tal y como informa la CNN en un reportaje.
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Es común ver casas vacías en las áreas rurales de Japón mientras la población disminuye y muchos jóvenes van a la ciudad. Fuente: CNN |
En 2013, según
el Japan Policy Forum, había 61 millones de casas frente a 52 millones de
hogares, en base a datos confirmados por el Pulitzer Center on Crisis
Reporting. Además, se calcula que la población de Japón disminuirá de 127
millones a cerca de 88 millones para 2065, según el Instituto Nacional de
Población y Seguridad Social. Por ello, las zonas rurales de Japón se llenan
por casas «fantasmas» desiertas, conocidas como «akiya».
«En 2014,
descubrimos que Okutama era una de las tres ciudades de Tokio que desaparecerán
en 2040», dice Kazutaka Niijima, funcionaria del Departamento de Revitalización
Juvenil de Okutama en declaraciones a la CNN. A partir de ese año, se habilitó
un «banco akiya» con el registro de todas las viviendas vacías, que actualmente
sirve de conexión entre posibles compradores y los propietarios que están
envejeciendo. Hoy en día, estos bancos de vivienda existen en todo el país,
aunque cada uno establece sus propias condiciones y requisitos. Se dan casos en
los que se han regalado inmuebles tanto a autóctonos como a personas que vienen
de Nueva York o de China.
También se dan
ayudas para rehabilitar o arrendar una casa con las siguientes condiciones:
tener menos de 40 años, un hijo menor de 18 años y una pareja con menos de 50
años. Los beneficiarios también deben comprometerse a vivir de forma permanente
en la ciudad y a invertir en la reforma de viviendas de segunda mano.
(CNN, 2018)
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