Crecimiento de 1,25% en el primer semestre es el más bajo de los últimos ocho años

De acuerdo con el Dane, agro y banca sacaron la cara con avance de 6,1% y 4,1% respectivamente

Desde los primeros seis meses de 2009 no se registraban cifras similares es por esto que los expertos, gremios y el Gobierno Nacional están en alerta por el marcado periodo de desaceleración y ya buscan soluciones de reactivación.Desde 2010, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) ha estado en un rango entre 2,6% y 7,9%. Sin embargo, en el primer semestre de 2017 la cifra cerró en 1,2%, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el dato más bajo en los últimos ocho años.
Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, mencionó que el crecimiento del segundo semestre fue flojo, “somos conscientes que tenemos mucho por hacer para que 2017 sea un periodo de crecimiento en la economía colombiana”.
Leonardo Villar, director de Fedesarrollo, comentó que “los resultados son pobres en el primer semestre, pero es acorde con lo que esperaban los analistas (…) definitivamente hay malos resultados, por ejemplo, en construcción, industria y minas, los dos últimos en rojo, aunque sigue siendo importante el crecimiento del agro y los establecimientos financieros”.
Entre enero y junio, los sectores que sacaron la cara por la economía fueron seis de nueve, que tuvieron incrementos en el valor agregado entre 0,2% y 6,1%. Los casos más destacados son el agro y establecimientos financieros, los cuales registraron una variación de 6,1% y 4,1%, respectivamente.
La agricultura fue el sector que más creció (6,1%). Los datos que reveló el Dane indicaron que el comportamiento se explicó por el crecimiento del cultivo de otros productos agrícolas (12,5%) y producción pecuaria y caza (3,2%) especialmente.
Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), afirmó que es “importante que el campo jalone el crecimiento, pero lo verdaderamente importante es crecer con rentabilidad (…) en algunos de los productos que explican ese crecimiento, como papa y leche, los precios claramente no son los mejores para el productor”.
En establecimientos financieros el incremento del valor agregado se debió al crecimiento de los servicios de intermediación financiera (6,3%) y las actividades empresariales y de alquiler (3,7%).
Pero agro y banca no fueron los únicos sectores con cifras positivas. Servicios sociales aumentó la productividad 2,9%; suministro de electricidad, gas y agua 0,3%; y por último dos ramas: comercio y transporte con 0,2% cada una.
Juan Pablo Espinosa, analista macroeconómico del Grupo Bancolombia, afirmó que “es importante el resultado en servicios sociales porque está asociado al gasto público y por lo tanto a la confianza en consumir”.
Por el lado de la construcción, los expertos indicaron que todavía no se presenta el gran cambio, luego de las buenas cifras de 2016. Para Sandra Forero, presidenta de Camacol, “pese a los repuntes en vivienda social en inicios y ventas, la reducción y menor dinamismo en no VIS del último año, el ajuste de la actividad en cuanto a mayores tiempos de comercialización y la reducción del segmento no residencial, particularmente oficinas y comercio, nos generaron una reducción del valor agregado del sector”.
Industria y minas en rojo 
El caso de minas continúa siendo preocupante. La variación del PIB semestral fue -7,7% explicado por la disminución en minerales metalíferos (-17,9%) y petróleo crudo y gas natural (-8,8%) específicamente.
Finalmente, el Gobierno, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial esperan que el PIB logre una variación de 2% en todo el año siendo esta la proyección más optimista.
Déficit comercial subió 7,8%

En junio, el Dane reveló que en la balanza comercial se registró un déficit de US$832,1 millones, esto quiere decir que aumentó 7,89%, ya que en junio de 2016 la cifra era de US$771,2 millones. Javier Díaz, presidente de Analdex, comentó que “estamos en un proceso de ajuste (…) el sector manufacturero sigue muy caído en exportaciones y lo que uno espera es que repunte como el agro lo está haciendo”. Por el lado de las exportaciones, estas aumentaron 20,4% y sumaron US$17.461 millones, lideradas por combustibles y productos de las industrias extractivas que subieron 33,1%, mientras que las importaciones crecieron 6% y totalizaron US$22.839 millones.
Cifras de industria en rojo
El sector industrial es, tal vez, el de mayor preocupación para el Gobierno. Y no es para menos. De acuerdo con el Dane, esta rama disminuyó la producción 1,9% en junio y el personal ocupado tuvo una variación de -1%. Aunque las ventas reales subieron 0,4%. De 39 actividades industriales, un total de 28 tuvieron variaciones negativas en la producción, las cuales restaron 3,3 puntos porcentuales al resultado. Bruce Mac Master, presidente de la Andi, dijo que en la encuesta del gremio “la producción, entre enero y junio, cayó 1% y las ventas 0,7%. Dentro de las ventas, las del mercado interno se redujeron 2,2%”, además agregó que espera un repunte en el sector.
Comercio cayó 0,8% en ventas
Guillermo Botero, presidente de Fenalco, afirmó que “el primer semestre del comercio es una pesadilla para olvidar”. Y es que según el informe del Dane sobre comercio minorista, las ventas cayeron -0,8% y de 15 grupos que están en la encuesta, 10 registraron variaciones negativas en las ventas reales. Los comportamientos positivos se vieron en los sectores de elaboración de aceites y grasas y fabricación de caucho con una variación de 13,6% y 8,6% respectivamente. Entre tanto, los que más cayeron fueron fabricación de artículos de viaje e industrias básicas de metales preciosos con -23,6% y -22,6% respectivamente, de nuevo el tema del sector minero.

Demanda en recuperación
Uno de los indicadores que comenzó con peores cifras fue la confianza del consumidor, indicador que mide Fedesarrollo. El índice se ubicó en -30,2%, la peor cifra desde que existe la medición (hace un poco más de 15 años). Sin embargo, en julio el balance fue de -9,5%, aunque sigue negativa se refleja un mejor resultado por un incremento tanto en el indicador de expectativas como en el de condiciones económicas actuales. De acuerdo con el director de Fedesarrollo, Leonardo Villar, “la confianza de los consumidores viene mejorando desde enero y en julio se ven datos que si bien siguen siendo negativos, pues son considerablemente mejores”




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