Ante el ingreso de
Colombia a la OCDE, es necesario que los empresarios conozcan y comprendan
cuáles son los beneficios, compromisos y retos que surgen con este nuevo
privilegio después de cinco años de preparación para la rigurosa revisión de
expertos en los 23 comités temáticos como comercio, política fiscal, educación,
entre otros.
Dentro de los
beneficios que tiene el sector empresarial ante el ingreso a este club, podemos
mencionar, mayor confianza de nuestras empresas en el diseño e implementación
de políticas públicas en el país ya que se cuenta no solo con el conocimiento y
experiencia de los otros países socios, sino que hay un acompañamiento de un
equipo de trabajo técnico e imparcial de la OCDE. La consolidación de la
inserción de la economía colombiana en los mercados internacionales con una
disminución en el costo de financiación público ante la mayor confianza
internacional generada por el respaldo en la aplicación de políticas públicas
de la OCDE. Entre otros beneficios se habla de una tendencia a la disminución
de la corrupción en Colombia y la consolidación de una hoja de ruta para el
país a partir de la definición de políticas públicas a largo plazo.
Por otra parte,
algunos de los compromisos que surgen para los empresarios son la definición de
políticas públicas, lo cual requiere un debate previo entre diversos actores
del país. Ante una sociedad tan polarizada como la nuestra, el papel de las
empresas juega un papel fundamental en generar consensos que permitan la
consolidación de esa Nación que tanto queremos. Sin duda alguna son los
grandes, medianos y pequeños empresarios quienes conocen y comprenden el
territorio y la realidad nacional, lo cual facilita el proceso de articulación
de las buenas prácticas internacionales recomendadas por la OCDE, lo cual
contribuye a que realmente se dé una respuesta a las demandas de los
ciudadanos.
Finalmente hablamos
de los desafíos, que son dos grandes: La coincidencia del ingreso a la OCDE con
el cambio de gobierno lo cual genera discusiones políticas, pero se espera un
criterio técnico en los miembros del gabinete para el seguimiento de la hoja de
ruta establecida de acuerdo con las recomendaciones de la OCDE, bajo la mirada
crítica de los empresarios para el cumplimiento a cabalidad de la agenda. El
segundo gran desafío es la violencia de los grupos al margen de la la ley que
continúa evidenciándose, los empresarios hacen la labor también de mantener al
estado enfocado en la generación de reformas que tanto necesita nuestro país
para llegar a una mayor equidad.
Cabe resaltar la
importancia de la participación de un liderazgo solidario, en donde todos los
actores del país, como partidos políticos, congreso, empresarios, puedan
acompañar al nuevo presidente y contribuir para llegar así a tomar de manera
legítima decisiones necesarias a favor de los colombianos.
(Fuente: Portafolio, 2018)
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