Japón apoyará a poblaciones migrantes en fronteras colombo – venezolanas

Japón destinará 170.098 dólares divididos en tres proyectos de dotación y adecuación de instalaciones locativas en la Guajira y Norte de Santander con el fin de apoyar a las entidades locales en su búsqueda de mejorar la atención que ofrecen a aproximadamente 250 mil personas, entre las cuales se encuentran migrantes de Venezuela y ciudadanos colombianos que residen en este país. Keiichiro Morishita, Embajador de Japón en Colombia asegura que estos proyectos se ejecutarán en Riohacha, Maicao y Cúcuta ya que son quienes reciben el mayor impacto por el gran flujo de inmigrantes.



La Embajada de Japón respaldará dos proyectos en La Guajira, donde el primero de ellos será dotar de indumentaria medica al Hospital Nuestra Señora de los Remedios de Riohacha, el cual actualmente se encuentra deshabilitado por falta de equipo biomédico, mientras que, en Maicao, el hogar de paso ubicado en Paraguachón, será dotado de mobiliario, ventiladores y electrodomésticos necesarios para que se mejorar y ampliar la cobertura de atención a unos 140 cupos. Estos proyectos no solo facilitarán el desarrollo de una atención integral si no que mejorará la seguridad alimentaria y la atención humanitaria de emergencia.

Por su parte, el Centro de Migraciones de Cúcuta, también podrá ampliar su capacidad de atención gracias a donaciones en dotación de equipo y adecuación de infraestructura. EL trabajo en red también será fomentado mediante el ingreso de nuevos aliados estratégicos como ACNUR, el Consejo Noruego y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Los tres proyectos serán financiados mediante el esquema japonés “Asistencia financiera no reembolsable para proyectos humanitarios de seguridad humana – Kusanone”, los cuales fueron firmados por el Embajador de Japón, con Flor García, gerente del Hospital Nuestra Señora de los Remedios, Ascanio Vega, de la Pastoral Social de Riohacha y el Padre Francesco Bortignon, del Centro de Migraciones de la Diócesis de Cúcuta. 

(Fuente: EL TIEMPO,2018) 




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