Las empresas japonesas se enfrentan a decisiones difíciles a medida que la guerra comercial entre EE. UU. Y China se prolonga

Muchas empresas japonesas atrapadas en el fuego cruzado de la guerra comercial entre EE.UU. y China se enfrenta aun desagradable dilema: realizar cambios masivos a la forma en la que se producen y ensamblan sus productos o esperar a que se llegue a un compromiso entre las dos economías más grandes del mundo.



Si bien muchas empresas han elegido esta última estrategia, la decisión estadounidense de imponer un arancel del 25% por ciento sobre $16 mil millones adicionales en exportaciones chinas, con lo que el total recaudó más de $100 mil millones, puede continuar empujando a las empresas que operan en China hacia una ruta más drástica. 

"Si los aranceles se instituyen por un largo periodo de tiempo, algunas empresas tendrán que tomar la decisión de la administración de trasladar sus bases de fabricación fuera de China", dijo Hiroshi Kubotani, economista senior del Instituto de Investigación de Seguros de Vida Nippon. Mientras tanto, Kubotani explicó que las empresas aún no pueden desear ganar tiempo diseñando otras soluciones. Por ejemplo, enrutar productor producidos en China a través de otros países antes de enviarlos a EE. UU, adicionalmente asegura que no importa cuál sea el próximo movimiento, ya que en algún punto Japón tendrá que levantar su cabeza, incluyendo a sus pequeñas empresas, ante la guerra entre sus socios comerciales más importantes. 

Para 2017, empresas japonesas exportaron cerca de $300 mil millones en bienes a China y Estados Unidos, según el consejo de Comercio Exterior de Japón, sin embargo, con la creciente lista de aranceles de los EE.UU., que ahora apuntan a aliados con la Unión Europea y Canadá, incluso aquellos que no están directamente en la mira pueden verse afectados por daños colaterales ya que las tarifas pesan más ampliamente en la demanda global. 

En un informe publicado el jueves, Capital Economics señaló que "ya hay indicios de que la perspectiva de una guerra comercial global está pesando sobre la demanda externa (para las exportaciones japonesas)". 

Mientras que las compañías hasta ahora han permanecido en silencio en relación a como navegarán en aguas tormentosas, muchas de las grandes empresas tienen una profunda experiencia institucional en el cambio temporal de las cadenas de suministro. Empresas como Daikin Industries Ltd. y Showa Denko K.K ya se han pronunciado con respecto a los nuevos aranceles impuestos por el representante de Comercio de EE.UU. para "abordar las prácticas económicas desleales de China y crear un campo de juego nivelado que brinde a los estadounidenses una mejor oportunidad de tener éxito". 


Por su parte Yoko Takeda, economista jefe del Instituto de Investigación Mitsubishi, dijo que en los últimos aumentos de tarifas amenazan con arrastrar a la economía global de maneras indirectas, ya que las empresas podrían decidir reducir la inversión en el entorno empresarial incierto, y asegura que esto puede suceder en Japón tan pronto como lo es el próximo año. 

Fuente: (The Japan Times, 2018)




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