Una sonda japonesa enviada a examinar un asteroide para arrojar luz
sobre los orígenes del sistema solar ahora aterrizará en la roca varios meses
después de lo planeado, dijeron el jueves funcionarios.
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA, por sus
siglas en inglés) dijo a los reporteros que se espera que la sonda Hayabusa2
toque el asteroide Ryugu a fines de enero a más tardar, en lugar de a fines de
este mes como se esperaba inicialmente.
El director del proyecto JAXA, Yuichi Tsuda, dijo que necesitaban
más tiempo para preparar el aterrizaje, ya que los últimos datos mostraron que
la superficie del asteroide era más resistente de lo esperado. "La misión
... es aterrizar sin golpear rocas", dijo Tsuda, agregando que esta fue
una operación "más difícil". "Esperábamos que la superficie
fuera lisa (...) pero parece que no hay un área plana".
Los científicos ya están recibiendo datos de otras máquinas
desplegadas en la superficie del asteroide. La semana pasada, JAXA aterrizó con
éxito un nuevo robot de observación de 10 kilogramos conocido como MASCOT -
"Mobile Asteroid Surface Scout”, el cual se encuentra cargado con
sensores, lo cual le permite tomar imágenes en múltiples longitudes de onda,
investigar minerales con un microscopio, medir la temperatura de la superficie
y medir campos magnéticos.
Diez días antes, un par de micro-rovers MINERVA-II fueron lanzados
al asteroide, lo que marca la primera vez que se han implementado con éxito
dispositivos de observación robóticos en movimiento. Estos rovers aprovechan la
baja gravedad de Ryugu para saltar sobre la superficie (viajar hasta 15 metros
y permanecer sobre la superficie durante 15 minutos) para examinar las
características físicas del asteroide con cámaras y sensores.
Hayabusa2, aproximadamente del tamaño de una nevera grande y
equipada con paneles solares, es el sucesor del primer explorador de asteroides
de JAXA, Hayabusa, que es japonés para el halcón. Esa sonda regresó de un
asteroide más pequeño, en forma de patata, con muestras de polvo en 2010, a
pesar de varios contratiempos, durante una épica odisea de siete años
calificada como un triunfo científico.
La misión Hayabusa2, que cuesta alrededor de 30 mil millones de
yenes, se lanzó en diciembre de 2014 y regresará a la Tierra con sus muestras
en 2020.
Las fotos de Ryugu, que significa "Palacio del Dragón" en
japonés, un castillo en el fondo del océano en un antiguo cuento japonés,
muestran un asteroide en forma de trompeta con una superficie rugosa.
Al recolectar muestras de la superficie, los científicos esperan
responder algunas preguntas fundamentales sobre la vida y el universo, incluso
si los elementos del espacio ayudaron a dar vida a la Tierra.
Fuente: (Japan Today, 2018)
Comentarios
Publicar un comentario